LA GUARDERIA EN CASTILLA MANCHA
Se ha publicado, en distintos medios de comunicación de
Castilla la Mancha,
que más de 500 agentes medioambientales velarán por el cumplimiento de la
legislación vigente en lo referente a la pesca en nuestra comunidad. Una
noticia que, aun siendo aparentemente positiva y esperanzadora para los que
pensamos en la necesidad de la guardería para hacer sostenible la explotación piscícola
de nuestros ríos, me hace dudar de su eficacia. No sólo porque, quizá, 500
agentes no sean suficientes para controlar las más de 150.000 licencias que se
han expedido en nuestra comunidad sino porque hace falta una voluntad política
de hacer cumplir las leyes que a veces no percibo.
En este sentido, en mi experiencia de muchos años
practicando la pesca en Castilla la
Mancha, he podido comprobar las carencias del sistema de
guardería en la región, algo que ha vuelto a quedar patente este año, en el
primer día de la temporada, donde el desprecio a las normas y la ausencia de
autoridad han sido, una vez más, la norma. Así, aunque la nueva legislación en
Castilla la Mancha obliga a devolver al agua los ejemplares de trucha común
pescados en los tramos de pesca sin muerte de los ríos de la comunidad, pude
percibir el día de inauguración de la temporada en el río Cabriel que muchos
“pescadores” desconocían, o no quería conocer, esa disposición, sin que hubiera
nadie para obligarles a cumplirla.
En este sentido, puedo comentar que las veces que he
tenido la suerte de encontrarme con algún agente de medio ambiente, siempre ha
sido en la zona de Valdemeca y Tejadillos (río Escabas), y en los comentarios
con ellos siempre hemos coincidió en la escasez de guardería y en la dificultad
de ejercerla por la gran cantidad de Km,s de río a vigilar por cada agente; a
esto habría que añadir la prioridad que se da al problema de los incendios
forestales en verano, por lo que, al final, la vigilancia de los ríos es más un
deseo –o un anuncio políticamente interesado- que una realidad.
Mi experiencia en otras comunidades, sobre todo en Aragón
y Castilla-León, es totalmente diferente, ya que en esas comunidades me han
solicitado la licencia con muchísima más frecuencia que en mi propia comunidad:
Castilla la Mancha, por la que me preocupo y escribo esta reflexión.
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